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Hidroeléctricas por Fernando Aramburú Porras

Compartimos este artículo publicado en La Estrella, por Fernando Aramburú Porras, ex-director del Instituto de Recursos Hidráulicos y Electrificación, y consultor en temas de mercado eléctrico.

 

Hidroeléctricas

FERNANDO ARAMBURU P.
 
 
Definitivamente el país necesita seguir desarrollando hidroeléctricas. La explicación es clara, simple y concreta: es la forma más económica de producir energía en Panamá, ya que no contamos con gas natural ni petróleo ni carbón.

Las otras alternativas no parecen tan convenientes. La eólica, generada por efecto de las corrientes de aire; y la solar, obtenida mediante la captación de la luz y el calor, que podríamos desarrollar aquí, están muy incipientes. Además, son relativamente más costosas. De todas maneras se está haciendo un esfuerzo en ese sentido.

Actualmente, aproximadamente el 60 por ciento de la capacidad instalada en Panamá es Hidro. En los últimos 4 años ha aumentado significativamente a raíz de la subida del precio del petróleo y el desarrollo de importantes proyectos hidráulicos en la provincia de Chiriquí, sobre todo en Bocas del Toro, pasando de 770 MW a 1500 MW de capacidad instalada a fines de este año.

El auge de la economía panameña no es un dato inventado. Es una realidad que requiere inversión para acompañar y potenciar. Esto exige que continuemos desarrollando el recurso energético, de manera ordenada y mitigando los efectos que puedan tener en el medio ambiente con la mejor tecnología que se tiene para estos desarrollos. Sobre todo, procurando beneficiar a las comunidades aledañas.

El caso de la Changuinola I es un buen ejemplo de desarrollo hidroeléctrico que ha beneficiado a las comunidades que, en cierta forma, se afectaban, y aumentado significativamente el suministro de energía limpia y económica al país.

Siempre necesitaremos energía térmica producida con carburantes para el balance energético en la época de verano, cuando los niveles de los ríos bajan considerablemente por la temporada seca. Pero nuestra mayor fuente de energía seguirá siendo la hidráulica, abastecida de la potencia del agua, por muchos años más.

Acceso a la energía provee mejoras en servicios de salud y educación en Nance de Riscó

Acceso a la energía provee mejoras en servicios de salud y educación en Nance de Riscó

Instituciones de educación y salud podrán mejorar la calidad de los servicios que brindan a más de mil usuarios provenientes de la comunidad de Nance de Riscó, en Bocas del Toro y comunidades vecinas.

Esto es posible gracias a la entrega de siete paneles solares entregados por AES Changuinola, los cuales fueron instalados en el Centro Educativo Básico General de Nance de Riscó, el puesto de salud y la organización de productores de la comunidad, con el objetivo de mejorar su calidad de vida de esta comunidad a través del acceso a la energía.

“Nuestro propósito es fortalecer la educación, la salud y la gestión de las comunidades a través de proyectos sostenibles y soluciones concretas a sus necesidades”, señaló Thays de Mejía, gerente de reasentamiento y asuntos comunitarios para AES Changuinola.

La comunidad de Nance de Riscó se ha visto beneficiada con la construcción del Centro Educativo de Nance de Riscó, el cual fue inaugurado en abril de 2009 y hoy atiende a más de 200 estudiantes, al igual que el puesto de salud, el cual también fue construido a través de un convenio con el Ministerio de Salud.

La comunidad de Nance de Riscó, ubicada en el corregimiento de Valle del Riscó, distrito de Changuinola -aproximadamente a 2 horas y media del poblado de Almirante- está compuesta por alrededor de 800 habitantes, de las cuales todos pertenecen a la etnia ngäbe.

Conectarán la energía de Bocas del Toro con todo Panamá

Conectarán la energía de Bocas del Toro con todo Panamá

En Proyecto Changuinola I

Panamá – AES Changuinola dio inicio a los trabajos para la construcción de una línea de transmisión eléctrica de 230 Kv, de aproximadamente 8 kms. Esta línea, la cual requerirá de ocho meses para su construcción, es de singular importancia de cara a lograr el abastecimiento de energía renovable al país y servirá para conectar a la nueva central hidroeléctrica Changuinola I, de 223 MW, al Sistema Interconectado Nacional (SIN).

Los trabajos involucran una primera fase la limpieza de la servidumbre, y posteriormente la instalación de 28 torres de 230 kV.

AES Changuinola, como empresa responsable y respetuosa de las leyes, sustenta sus acciones cumpliendo los dictámenes y resoluciones de las autoridades nacionales que declararon la construcción de la central hidroeléctrica Changuinola I como un proyecto de interés público y carácter por medio de la resolución AN 1228-Elec de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos del 19 de octubre de 2007 y declarada de carácter de urgencia nacional mediante la Resolución AN Nº 3401 de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos, del 1 de abril de 2010.

La terminación de esta línea permitirá culminar con éxito y a tiempo las pruebas de las unidades de generación de la central hidroeléctrica Changuinola I, también conocida como Chan 75.

Avance de Changuinola I

La central hidroeléctrica Changuinola I reporta un progreso global del 79%. Los trabajos en el sitio de presa presentan un 52.9%, avanzando en la colocación de Concreto Rolado Compactado (RCC) a una rata de 1,600 metros cúbicos por día. Ya se han excavado 2,900 metros (70%) de un total de 4,100 metros para el túnel principal. En casa de máquinas próximamente se estarán instalando los tres transformadores principales, y los rodetes de las unidades 1 y 2. Continúan los trabajos de limpieza en los 8 Km. de el derecho de vía y ya se están construyendo las fundaciones para los equipos de la Subestación 230 kV de la línea de transmisión.

En materia de desarrollo socioambiental y relación con las comunidades:

  • ­Reforzamos y ampliamos el programa de becas a los jóvenes estudiosos de la zona, como una contribución de AES para elevar la calidad de vida, la cultura y el desarrollo autosostenible. Son 170 familias beneficiadas del Bosque Protector Palo Seco, de Almirante y de Changuinola.
  • ­En Almirante, estamos desarrollando de proyectos comunitarios para la construcción de tinaqueras ecológicas para aportar al mejor manejo de los desechos y concluimos la primera fase de una campaña de seguridad vial en las escuelas, entregando chalecos de seguridad y brindando capacitaciones a los docentes de las escuelas del área donde transitan los camiones que transportan cemento y aditivo hasta el proyecto. En dicho tramo vial, estamos construyendo aceras con la participación de las autoridades locales, la comunidad y la empresa privada del área a fin de involucrarlos en la solución de sus necesidades prioritarias y contribuir a evitar accidentes.

Reducir dependencia energética

Este artículo fue publicado el 23 de diciembre en la sección de opinión del diaro La Estrella.

Reducir dependencia energética

12-23-2008 | JAVIER GIORGIO*

Opinión Para mantener el ritmo de crecimiento económico sostenido que experimenta Panamá, es necesario desarrollar nuevas fuentes de generación energética, que aprovechen los recursos renovables del país y contribuyan a reducir la dependencia energética de combustibles fósiles. El crecimiento trae como consecuencia el aumento de la demanda energética y, frente a un escenario inflacionario como el actual, es necesario capitalizar las fuentes de energía naturales.

Panamá no tiene petróleo, tiene agua. Sin embargo, el 50% de la electricidad generada depende de fuentes producidas por combustibles, lo que representa una posición desventajosa. La dependencia de combustibles fósiles para atender la demanda eléctrica se ha incrementado en los últimos años, y la participación de las energías renovables ha caído de un 75% que teníamos a inicios de los ‘80, a un 50%, según cifras del Centro Nacional de Despacho. Para revertir esta tendencia, estamos convencidos de que el uso responsable y sostenible de nuestros recursos hídricos dará a Panamá una ventaja competitiva de largo plazo para beneficio de sus ciudadanos y para fortalecer el desarrollo empresarial del país.

El desarrollo del proyecto hidroeléctrico Changuinola I es parte importante de la solución a las necesidades que tiene Panamá hoy; el proyecto avanza según lo planeado y registra un desarrollo del 35%. Este proyecto, además de aportar 223 megavatios nuevos al sistema y ser una alternativa real para reducir los costos de la energía, genera impactos económicos, entre los cuales destacan la dinamización de la economía bocatoreña con una inyección superior a los de $500 millones, mayores oportunidades de empleo, mejores servicios de salud, el acondicionamiento de infraestructuras para la población rural del área, así como el incremento de las actividades comerciales, nacionales e internacionales. No hay un solo renglón de la economía y de la sociedad panameña que no se verá impactado positivamente con el desarrollo de los proyectos energéticos para el país, pues el acceso a la energía es un factor de crecimiento que contribuye al mejoramiento de la calidad de vida.

*Ingeniero electrónico y gerente país de AES en Panamá. aespanama@aes.com.

Opiniones encontradas

Una de las cosas que más amo de este país es que la gente tiene la libertad de expresar su opinión, así sea solamente sandeces lo que salga de su boca (o su pluma o su teclado, cual sea el caso). Al menos esta semana he tenido el gusto de encontrarme con dos artículos muy buenos en La Prensa.

El primer artículo que estoy reproduciendo, es de Susana Serracín, quien es asesora legal de la Alianza Pro Conservación y Desarrollo, y el segundo, escrito por Víctor Fábrega, quien se ha manifestado en varias ocasiones a favor de la generación de energía con hidroeléctricas.

Mientras un autor ataca proyectos turísticos y de desarrollo hidroeléctrico en una provincia tan pobre y olvidada como Bocas del Toro (Bonyic y Red Frog Beach, por ejemplo), otro habla de las bondades de constuir represas y embalses, posición que mantiene y defiende también la Autoridad del Canal de Panamá debido a su posición como empresa cuyo principal negocio se debe al manejo responsable del recurso hídrico.

Queda del lector la responsabilidad de informarse antes de opinar.

PRECARISTAS SOFISTICADOS

Las ‘bellezas’ de la Anam

Susana A. Serracín Lezcano
opinion@prensa.com

Recientemente la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) publicó un comunicado de prensa titulado: “Precaristas devastan áreas protegidas”. Dice la nota que “En un patrullaje terrestre de funcionarios de la Anam, por las riberas del río Pedro Miguel, en las áreas revertidas, se descubrió que personas inescrupulosas pretendían establecer viviendas en el lugar, además de tratar de devastar el territorio de la zona a fin de realizar actividades agrícolas”.

Lo anterior resulta cínico viniendo de la Anam. No es que esté de acuerdo con que los precaristas se tomen las áreas protegidas, pero es que ellas y otras zonas ricas en biodiversidad están siendo tomadas por precaristas sofisticados, disfrazados de consorcios internacionales y empresarios, la única diferencia es que estas personas cuentan con el beneplácito de la Anam para realizar actividades incongruentes con los fines de conservación y desarrollo sostenible.

Hablo de los megaproyectos hidroeléctricos de AES Changuinola y Bonyic en áreas protegidas como el Bosque Protector Palo Seco, zona de amortiguamiento del PILA; la depredación ecológica al Corredor Biológico Mesoamericano que representa la minería a cielo abierto en Petaquilla; la destrucción de los manglares y humedales; la expropiación de parte de transnacionales turísticas que pretenden seguir saqueando las áreas indígenas y la biodiversidad, como el caso de Damani Beach y Red Frog Beach.

Y ni hablar de las zonas urbanas, en donde nuestra calidad de vida se deteriora con la construcción de cuanta torre–mamotreto quepa en cualquier espacio por minúsculo que sea; por supuesto, todas con estudios de impacto ambiental “debidamente aprobados”.

La Anam no nos termina de sorprender. Recientemente aprobó la Resolución AG–0569–2008 que modifica el artículo 7 de la Resolución AG–0366–2005, señalando que en el caso de las áreas protegidas que no cuenten con el plan de manejo, el concesionario deberá presentar un plan de manejo del área concesionada, de acuerdo con lo establecido en la normativa vigente que regula el contenido que deben tener los planes de manejo para las áreas protegidas.

El apuro por concesionar nuestros preciados recursos es evidente. Disimuladamente la Anam permite que las empresas “se hagan el vestidito a la medida”, dejando que el sector privado ponga las directrices de la política ambiental, al dictar resoluciones administrativas con este alcance.

La política, institucionalidad y legislación ambiental, el sistema de categorías de manejo empleado y otros aspectos de planificación y financiamiento de las áreas (des) protegidas se han amoldado para permitir las actividades que están llevando a una inseguridad jurídica y una crisis ambiental sin precedentes. El tan nefasto “desarrollo” que esta institución promueve, cubriéndose de un cuestionable y dañino manto de supuesta “legalidad”, otorgando concesiones irregulares de administración y servicios en áreas protegidas, aprobando cuanto estudio de impacto ambiental se le ponga en frente, modificando sistemáticamente la normativa legal y otras tantas “bellezas”, constituye el reflejo de una mediocre gestión ambiental en la que es más importante el enriquecimiento de los promotores de proyectos que la conservación ambiental.

La Anam deja boquiabierta a la comunidad internacional y avergüenza al Estado panameño, con sus “brillantes legalismos”, como la defensa a ultranza del principio del que contamina paga, por encima del principio de prevención de daños ambientales. ¡Qué pena, por la plata baila el mono, los corruptos e incompetentes también!

 

VS.

ENERGÍA

Inundaciones, represas e hidroeléctricas

Víctor J. Fábrega V.
opinion@prensa.com

En los años siguientes a la inauguración del Canal de Panamá, el río Chagres tuvo muchas crecidas, entre ellas una que por tres días paralizó el tránsito marítimo y obligó a abrir las compuertas para desalojar el enorme caudal que amenazaba las obras de infraestructura del Canal. De inmediato se planificó y construyó la represa de Madden, creando el embalse de Alajuela con el objetivo de controlar las crecidas del Chagres.

Para aprovechar al máximo esa estructura se instalaron turbinas para generar electricidad económica, limpia y eterna. Ahora, unos 70 años después, esas mismas turbinas continúan funcionando.

Las represas sirven para controlar las inundaciones, porque el agua de los aguaceros torrenciales se acumula en el embalse y se descarga en días o semanas, en vez de en unas pocas horas o días.

Hoy, esa reserva de agua sirve, además, para mejorar el nivel del lago Gatún por razón del creciente tránsito marítimo, para abastecer el acueducto de la ciudad de Panamá y alrededores, para recreación y para pesca de peces para consumo propio y venta comercial, beneficiando sobre todo a los vecinos del área. ¡Se “domó” y se está aprovechando el Chagres!

Del total de agua que cae en la cuenca de un río, una parte se evapora, otra es absorbida por la vegetación y la tierra, y al resto le toma cierto tiempo correr y llegar al cauce del río. A medida que avanza la expansión de los asentamientos humanos, la deforestación y la pavimentación, la vegetación y el terreno absorben menos, y el resto del agua en mayor cantidad llega mucho más rápido al río, aumentando rápida y significativamente su caudal. Si el río es “salvaje”, con cauce tortuoso o lleno de basura, o estrecho, y no tiene la capacidad de desalojar rápidamente el agua, esta se desborda e inunda las áreas adyacentes afectando todo lo que encuentra a su paso.

En las áreas cercanas a la costa la situación empeora cuando las crecidas coinciden con mareas altas.

Las inundaciones que afectan al mundo entero son controlables, pero a medida que aumenta la población van a empeorar, a menos que se haga algo al respecto. Por esto, cada vez con mayor frecuencia escucharemos: “nunca antes el río había crecido tanto”. El mantenimiento de los cauces de los ríos y dependiendo de su localización, el dragado del cauce, la construcción de diques, pavimentación, etc., puede ser necesaria y costosa, pero mucho menos cuando tiene embalses que retarden la salida del agua.

En Panamá, casi todos nuestros ríos son “salvajes”, sus aguas corren directo al mar, siendo poco aprovechadas y creando frecuentes tragedias para muchos.

Tenemos un gran potencial para crear embalses y construir grandes hidroeléctricas y minihidroeléctricas, con o sin embalses. Estas y el medio ambiente se complementan. Sus operadores, con el respaldo de todas las instituciones del Gobierno, son los primeros en preservar las cuencas para proteger el medio ambiente que protege el recurso agua, y viceversa. Debemos desarrollar todo nuestro potencial hidroeléctrico lo antes posible, pues económica y ambientalmente son nuestra mejor opción a corto, mediano y largo plazo para generación de electricidad, control de inundaciones y preservación de las cuencas de los ríos; además de irrigación de nuestros campos agrícolas, consumo humano, pesca comercial y deportiva y recreación, entre otros muchos beneficios y pocos perjuicios. Los afectados por su construcción u operación deben ser compensados adecuadamente.

La energía hidroeléctrica puede complementarse con generadores movidos por el viento, paneles solares, geotérmicas y termoeléctricas movidas por combustibles fósiles; aunque creo que estas últimas, por el alto costo del petróleo y del carbón, además de su alta producción de gases contaminantes, sería preferible tenerlas subsidiadas como reserva. ¡El agua bien aprovechada es nuestro petróleo!

Proyecto hidroeléctrico avanza en Bocas del Toro

A pesar de todos los comentarios malintencionados que he visto los últimos días, puedo decir con mucha alegría que los medios están acogiendo los proyectos hidroeléctricos en Panamá como una alternativa cónsona con los recursos que tiene el país.

hidroeléctrica.

AES Changuinola avanza 35% en construcción

Wilfredo Jordán Serrano
wjordan@prensa.com

El proyecto hidroeléctrico que construye AES Panamá en Changuinola tiene un avance de 35% en su construcción, informó ayer el gerente general de la empresa, Javier Giorgio.

Este proyecto, que significa una inversión de 560 millones de dólares, representa un aporte del 15% de la energía que requiere Panamá para el 2011 cuando debe entrar en operación .

Esta hidroeléctrica lleva un embalse de mil 300 hectáreas que serán inundadas con el agua del río Changuinola.

Según Giorgio, la generación eléctrica de Changuinola I reemplazará la utilización de 1.5 millón de barriles de combustible por año y representa un ahorro de 180 millones de dólares en compra de petróleo. “Panamá no tiene petróleo, tiene agua, sin embargo, el 50% de la electricidad producida depende de combustibles, lo que es una desventaja para el país”, recalcó.

El 71% de la mano de obra que labora en el proyecto es de la provincia de Bocas del Toro.